Este pequeño ladrillo de energía ha cambiado mi vida. Antes, andar por la ciudad era una especie de carrera contra el reloj para encontrar un enchufe libre. Mi teléfono, ya con la batería en modo “adolescente rebelde” (porque nunca dura lo que necesito), me dejaba tirado en los momentos más inoportunos. Pero gracias al Power Bank Mi 50W, esas preocupaciones son cosa del pasado.
Con esta bestia portátil, puedo cargar dos teléfonos al 100% dos veces al día. ¿Mi laptop? También entra en la fiesta energética, dándome unas gloriosas seis horas extra de trabajo. Y sí, ahora soy el héroe no oficial de mi oficina. Uno de mis compañeros, frustrado con su MagSafe de Apple (que, según él, le dura para dos cargas lentas), ahora viene a mí para su “dosis de energía” (no pienses mal).
Indispensable en viajes y más allá
Salir sin este power bank sería como salir sin el teléfono mismo. Durante los viajes, donde los enchufes parecen ser una especie de agua en el desierto, este dispositivo brilla. Y aquí está la mejor parte: con una sola carga a la semana (o dos, si lo usas como una planta eléctrica comunitaria), te da toda la energía que necesitas. Solo toma unas 2 o 3 horas cargarlo por completo, y las 4 lucecitas LED te mantienen informado del estado.
Tiene dos entradas USB y una entrada Tipo C, lo que significa que prácticamente puedes conectar cualquier cosa. ¿Tienes un iPad o un iPhone? Claro que sí, este power bank puede con eso y más. Sí, es un poco pesado. Pero, seamos honestos, con todo lo que hace, llevarlo es como cargar un lingote de oro: pesado, pero valioso.