Solía ser uno de esos que usaba una microSD con su adaptador en la cámara fotográfica, y la verdad, no tenía ningún problema. Me sentía como un rebelde del mundo digital, rompiendo las reglas, sin saber que la comunidad de fotógrafos tenía algo que decir al respecto. Mis compañeros, con cara de “te lo dije”, siempre me recomendaban usar una microSD especial para cámaras, y para no hacer el ridículo, sugerían que optara por una de 64GB. ¿Por qué? Pues, según ellos, para evitar el “desastre total” si alguna vez se pierde o algo le sucede a la tarjeta. Así, si un día una se pierde, no pierdes todo el trabajo… Aunque, claro, si eres de los que graba video, mejor invertir en una de más capacidad.
Ahora bien, la gran pregunta: ¿vi alguna diferencia con mi antigua microSD con adaptador? La verdad, no noté mucho. Tal vez algunos pequeños detalles en la transferencia de fotos a la PC, pero nada que me hiciera sentir como si hubiera desbloqueado un superpoder. Sin embargo, aquí es donde la cosa se pone interesante. La web de la fabricante jura y perjura que el SD SanDisk de 64 GB es perfecta para grabar videos en 4K. ¡4K! Mi cámara ni siquiera puede con tanto glamour, pero bueno, ahí está la promesa.
Entonces, ¿es mejor la microSD especial para cámaras? Tal vez. Pero mientras mi cámara siga funcionando bien, me siento cómodo, aunque sea el «hipster» del mundo de las tarjetas de memoria. Y si algún día decido grabar mi propia película xxx (jajaja) en 4K, tendré que actualizar mi equipo… y mi tarjeta.