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¿Qué es el storytelling? El arte de que la gente no se duerma mientras hablas

Niño viendo un teatro de títeres

Todos tenemos ese amigo. Ese que empieza a contarte cómo le fue en el supermercado y, 20 minutos después, sigue describiendo la textura de los tomates cherry sin haber llegado al punto. Tú asientes, sonríes, pero por dentro tu cerebro ha salido del chat. Ahora, piensa en esa otra persona que podría contarte cómo se le cayó una tostada al suelo y tenerte al borde del asiento, sufriendo por el destino de la mantequilla. ¿La diferencia? No son los tomates ni la tostada. Es el Storytelling.

Si tienes un negocio, una marca personal o simplemente quieres que te presten atención en la cena de Navidad, necesitas dominar esto. Porque, seamos sinceros, a nadie le importan tus datos; le importa lo que esos datos les hacen sentir.

¿Qué es exactamente el Storytelling? + Un ejemplo

En términos académicos, el storytelling es el arte de comunicar una idea a través de una estructura narrativa.

En términos reales: Es el arte de empaquetar información de manera que al cerebro humano le importe un comino.

Los seres humanos no estamos programados para entender PowerPoints con 40 líneas de texto y gráficos de barras aburridos. Estamos programados, desde la época de las cavernas, para sentarnos alrededor del fuego y escuchar historias.

Cuando le das a alguien un dato frío («Nuestro champú reduce la caspa en un 50%»), se activa la parte analítica del cerebro (área de Wernicke). El cerebro lo procesa, dice «ajá» y lo archiva en la papelera de reciclaje mental.

Pero cuando cuentas una historia («María no se atrevía a usar ropa negra en sus citas hasta que probó…»), se activan múltiples áreas del cerebro:

  1. Corteza sensorial: Sienten la experiencia.
  2. Dopamina: Sienten placer y curiosidad.
  3. Oxitocina: Generan empatía y confianza hacia ti.

El storytelling no es inventar cuentos chinos; es crear una conexión emocional para que el mensaje no solo llegue, sino que se quede a vivir.

La Receta Secreta: Los 3 Ingredientes Indispensables

Para que algo sea una historia y no una anécdota aburrida, necesita tres cosas. Si falta una, no tienes storytelling, tienes un reporte policial.

1. El Héroe (Que no eres tú, lo siento)

Este es el error número uno de las marcas. Creen que ellas son Luke Skywalker. No, amigo. Tu cliente es Luke Skywalker. Tú eres Yoda. Tú eres el guía que le da el sable de luz (tu producto) para que él venza al Imperio (su problema).

2. El Conflicto (Sin dolor no hay gloria, sin victoria no hay sacrificio, creo que eso lo dijo Optimus Prime)

Una historia sin conflicto es: «Fui a comprar pan, había pan, compré pan, volví a casa». Fin. ¿Emocionante? No. El conflicto es el villano. Puede ser un problema externo (el coche se rompió), interno (el miedo a fracasar) o filosófico (la lucha contra la injusticia). Sin conflicto, no hay interés.

3. La Resolución (El final feliz… o no)

Es el clímax. Es el momento donde el héroe supera el conflicto gracias a la herramienta, sabiduría o superpoder que encontró por el camino (casualmente, tu producto o servicio) y nos muestra cómo su vida ha cambiado para siempre. Es la transformación.

Para que lo visualices mejor, piensa en el cine. Sin esa «herramienta» clave, la película hubiera durado 15 minutos y acabado en tragedia:

  • Sin la herramienta: Daniel San (Karate Kid) hubiera seguido recibiendo palizas de los Cobra Kai y encerando coches gratis.
  • Con la herramienta (El entrenamiento de Miyagi): Daniel gana el torneo y, más importante, gana respeto y equilibrio. Tu servicio de coaching es el «dar cera, pulir cera».
  • Sin la herramienta: Neo (Matrix) sería un oficinista deprimido llamado Thomas Anderson pagando impuestos en una simulación.
  • Con la herramienta (La pastilla roja): Neo ve el código, detiene balas en el aire y vuela. Tu consultoría es esa pastilla roja que le abre los ojos al cliente.
  • Sin la herramienta: Tony Stark (Iron Man) sería solo un «genio, millonario, playboy y filántropo» secuestrado en una cueva.
  • Con la herramienta (El traje Mark I): Escapa, se convierte en superhéroe y eventualmente salva el universo. Tu software es esa armadura.

Perdón por hacer muchos spoilers, era necesario para que entiendas como funciona esta herramienta de narración.

Ejemplos Maestros (Para copiar descaradamente)

La teoría está muy bien, pero veamos cómo lo hacen los que facturan millones usando esto.

Ejemplo 1: Apple y los 1.000 bolsillos

El Dato: En 2001, Apple lanzó un reproductor MP3 con 5GB de almacenamiento. El Storytelling: Steve Jobs no salió al escenario a decir «Tengo un disco duro de 5GB portátil». Eso es aburrido. Eso es técnico. Él dijo: «1.000 canciones en tu bolsillo».

  • Héroe: Tú (el amante de la música).
  • Conflicto: Cargar con CDs es molesto y pesado.
  • Resolución: Libertad total musical en tu pantalón.
  • Resultado: Historia tecnológica.

Cielos, ahora quiero comprar un iPod.

Ejemplo 2: Airbnb y la pertenencia

El Dato: Una plataforma para alquilar habitaciones de extraños. (Suena hasta peligroso dicho así). El Storytelling: Airbnb no te vende camas baratas. Te vende «Belong Anywhere» (Pertenece a cualquier lugar). Sus anuncios no muestran los metros cuadrados de la habitación. Muestran a viajeros tomando té con los anfitriones, riendo, viviendo como locales.

  • Héroe: El viajero cansado de los hoteles impersonales.
  • Conflicto: Sentirse un turista ajeno y desconectado.
  • Resolución: Sentirte en casa, aunque estés en Tokio.

Ejemplo 3: El caso de Lego

El Dato: Bloques de plástico interconectables. El Storytelling: Lego nunca te habla de la calidad del plástico ABS. Lego te cuenta historias sobre construir tu imaginación. En su famosa película (que es básicamente un anuncio de 90 minutos), el conflicto no es que falten piezas, es que «El Señor Negocios» quiere pegarlo todo y que nada cambie.

  • Héroe: El niño (o el adulto) creativo.
  • Conflicto: La rigidez, las reglas aburridas del mundo adulto.
  • Resolución: La libertad de crear lo que quieras.

Bonus Track: El Storytelling para ligar (Porque no todo es vender)

¿Creías que esto solo servía para vender zapatillas o software? Piénsalo otra vez. El storytelling es, posiblemente, la herramienta más potente en tu arsenal de seducción. Imagina que estás en una primera cita con esa chica que te encanta. El ambiente es agradable, las velas están encendidas y ella te pregunta: «¿Y tú cómo eres?».

Tienes dos opciones. Elige con sabiduría:

Opción A: El PDF Humano (Aburrido)

«Pues soy una persona responsable, trabajo en contabilidad, me gusta el cine, soy simpático y muy amigo de mis amigos. Ah, y mido 1,80.»

  • Resultado: Ella está mirando el reloj y calculando cuánto falta para poder irse y ver Tiktoks de gatitos. Acabas de recitarle tu perfil de LinkedIn. No hay emoción, no hay misterio, no hay nada. Es una lista de características técnicas.

Opción B: El Maestro del Storytelling En lugar de decir que eres «aventurero» o «buena gente» (que es lo que dicen todos), demuéstralo con una historia, por ejemplo:

«No sé si soy aventurero, pero tengo una curiosidad que a veces me mete en líos. La última vez acabé en un pueblo perdido de Marruecos intentando explicarle a un señor, solo con gestos, que necesitaba un mecánico para mi moto. Terminamos cenando cuscús en su casa con toda su familia sin hablar el mismo idioma. Fue un desastre maravilloso.»

  • Resultado:
    1. No dijiste «soy aventurero»: Lo demostraste. (Regla de oro: Show, don’t tell).
    2. No dijiste «soy sociable»: Demostraste que puedes conectar con extraños.
    3. Creaste ganchos: Ella ahora querrá preguntar: «¿Y qué pasó con la moto?», «¿Cómo saliste de ahí?».
    4. Generaste dopamina: La hiciste reír y viajar mentalmente contigo.

La lección: A nadie le importa que seas «honesto y trabajador» sobre el papel. Eso es aburrido. Lo que conquista es la capacidad de evocar emociones. Si logras que ella asocie estar contigo con sentir emoción, curiosidad y risa, amigo mío, ya ganaste. Deja de ser un CV andante y conviértete en una película que ella quiera seguir viendo.

Deja de vender, empieza a contar (No contar dinero, contar historias)

El storytelling no es solo para escritores con bufanda y máquina de escribir. Es para ti. La próxima vez que escribas un post, un correo de ventas o hables con un cliente, no empieces con las características técnicas. Nadie se enamora de las características técnicas, a mí me aburren y prefiero imaginar a un monito en una bicicleta. Empieza con el problema, presenta la lucha y ofrece el final feliz.

Porque al final del día, la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará la historia que les contaste (especialmente si esa historia les ayuda a entender por qué necesitan tu producto urgentemente). Ahora, ve y cuenta algo que valga la pena escuchar.

Marco Antonio
Marco Antonio
Marco Antonio (Antonee) es un Analista de Sistemas con una profunda pasión por la fotografía y el diseño gráfico. Su talento para crear impactantes obras visuales lo ha llevado a fundar Gooova Studio, donde, además de ser redactor, canaliza su experiencia y creatividad para ofrecer soluciones innovadoras.

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