La serpentina es uno de esos artículos que no puede faltar en los carnavales de Bolivia, el día de la ch’alla o el día de compadres y compadres es simplemente dispensable. Algo que me llamó la atención durante cada carnaval es el diseño que acompaña a este producto, me refiero a la etiqueta, el inconfundible personaje de la Diablada. Saben esta es una buenísima idea, los bolivianos no son los únicos que compran este producto, también lo consumen nuestros vecinos países, es una buena forma de mostrar el folclore de Bolivia al mundo.
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