En 1967, el profesor Abraham Moles presentó en su libro «Sociodinámica de la Cultura» una perspectiva intrigante sobre los mecanismos socioculturales, buscando integrar diversos aspectos para comprender y abordar estos fenómenos. Para tal fin, adoptó el método de las analogías como un enfoque intelectual para abordar la complejidad de la realidad.
Su método se inspiró en la cibernética, en consonancia con la teoría de los sistemas, y se basó en el desarrollo de un modelo con un enfoque mecanicista: el ciclo sociocultural.
Con el cambio de los medios de comunicación social como los principales canales de difusión cultural, se hace evidente la necesidad de una política cultural, ya que estos medios tienen el poder de orientar, filtrar y manipular los mensajes que transmiten.
Esta política cultural encuentra su fundamento en el estudio del ciclo sociocultural, el cual está estrechamente vinculado con la noción de creatividad. Las ideas nuevas se construyen a partir de las anteriores, influyendo y condicionando las creaciones que emergen día a día.
Al hablar de la cultura de masas, nos referimos a la difusión de numerosos mensajes culturales a través de medios masivos, dirigidos a una masa de individuos anónimos que conforman el tejido social. Estos mensajes están compuestos por elementos simples, fragmentos de conocimiento conocidos como «culturemas». Los medios masivos, en su mayoría, son grandes empresas impulsadas por intereses financieros que se nutren de las novedades culturales.
La noción de sociodinámica surge de la interacción constante entre la cultura, el medio de difusión y los creadores, generando un proceso evolutivo continuo. La cultura, en sí misma, es un entorno artificial que el ser humano crea en el contexto de sus actividades. Para precisar esta definición, Moles distingue dos tipos de cultura.
Cultura individual
La cultura individual, como la del señor José, está moldeada por el entorno artificial que él mismo ha creado. Este entorno incluye su educación, los objetos y seres que lo rodean, así como los patrones establecidos que reflejan su personalidad ante diversas situaciones.
Cultura colectiva
Por otro lado, la cultura colectiva abarca la sociedad en su conjunto, formada por un gran número de individuos como José, Pedro, Juan, entre otros. Esta cultura se manifiesta en los grupos sociales institucionalizados y se registra en diversas formas de memoria cultural, como bibliotecas, museos, pinacotecas, discotecas, cinematecas, videotecas, galerías, y más. Es un compendio de las expresiones, tradiciones y valores compartidos por una comunidad en su conjunto, siendo un reflejo del tejido social y de las interacciones entre sus miembros.
Elementos y funcionamiento
El ciclo sociocultural se compone de cuatro elementos fundamentales que interactúan dinámicamente entre sí: el creador, el micro-medio, los mass media y el macro-medio. Estos elementos conforman un sistema complejo que impulsa un movimiento continuo de influencia y retroalimentación, según el siguiente esquema:
El creador
La creatividad se manifiesta en individuos o grupos que descubren o inventan ideas nuevas, ya sean artistas, investigadores científicos, pianistas o incluso pistoleros en búsqueda de innovación para sus propósitos. Lo novedoso radica en la habilidad del creador para reinterpretar y combinar elementos culturales ya existentes en el mundo, conocidos como «culturemas», de manera original y singular, dando lugar al surgimiento de una nueva idea.
Es importante destacar que el creador está inmerso en un entorno de cultura de masas, aunque posea su propia cultura personal. Esto sugiere que la creatividad no es una virtud exclusiva de unos pocos privilegiados, sino que cada individuo tiene su dosis personal de creatividad.
Sin embargo, para que una idea nueva cobre vida, es crucial que sea difundida y que el creador la ofrezca al micro-medio, es decir, al entorno más cercano en el que se desenvuelve. En este sentido, la interacción con el micro-medio permite que la idea sea recibida, evaluada y potencialmente adoptada por otros, contribuyendo así a su propagación y desarrollo dentro de la cultura más amplia.
El micro-medio
Se trata de un conjunto, o incluso varios grupos, de especialistas dedicados a analizar minuciosamente los frutos de la creatividad. El creador, por sí solo, no puede simplemente lanzar su idea innovadora al mundo y esperar que sea comprendida y valorada por todos. En primer lugar, se dirige a una sociedad intelectual más reducida, conocida como micromedio, que actúa como un filtro inicial.
El micromedio puede entenderse como un subgrupo dentro de la sociedad global, caracterizado como una suerte de ciudad intelectual donde se manipulan ideas y hechos culturales que aún no han sido ampliamente explorados. Este subgrupo está definido principalmente por los vínculos que unen a sus miembros, como las revistas altamente especializadas en ámbitos como el deporte, el arte, la ciencia, la política, entre otros. Estas publicaciones, aunque no formen parte de los medios de comunicación masiva, son una fuente crucial de información para estos, alimentándose mutuamente en gran medida.
Los mass-media
Así pues, es dentro del micro-medio donde los medios masivos encuentran su fuente de nutrición a través del marco sociocultural, que actúa como un filtro compuesto por todo el conocimiento acumulado por la humanidad. Este acervo de saberes se ve constantemente enriquecido por los sucesos y eventos externos, generando así su carácter histórico.
Los hechos y acontecimientos relevantes, que captan el interés del público y cumplen con las expectativas y normativas de los organismos de difusión seleccionados por los representantes de los medios masivos, se convierten en mensajes más accesibles para el gran público. Estos mensajes se moldean para ser más atractivos, conmovedores o espectaculares, según el caso, y se ajustan en función de una serie de valores externos que permiten a los intermediarios tomar la decisión de difundirlos ante el público: el macro-medio.
El macro-medio
Después de este proceso de manipulación, los medios masivos difunden los mensajes a través de canales que llegan a la mayor cantidad de personas posible. Con el fin de hacer que estos mensajes sean más «navegables» y atractivos, se les añade una cantidad considerable de redundancia, que incluye verbalizaciones superfluas, repeticiones y adornos estilísticos. Esto se hace con el propósito de asegurar que los mensajes sean percibidos por el mayor número de receptores posible.
Aunque los receptores tienen la libertad de elegir entre los diversos productos culturales aquellos que deseen consumir, la omnipresencia y la potencia de los medios masivos significan que la sociedad en su conjunto, el gran público, está constantemente bombardeado, a menudo de manera inconsciente, por una multiplicidad de mensajes que contribuyen a moldear su cultura y conforman lo que conocemos como cultura de masas.
Es a partir de este conjunto de influencias, conocido como «culturemas», que los creadores obtienen inspiración para generar nuevas ideas. Estas «ideas nuevas» son producto de la interacción con la cultura de masas y el flujo constante de mensajes mediáticos. Y así, el ciclo vuelve a comenzar.
Ejemplo 1
Un ejemplo contemporáneo que ilustra la aplicación de la sociodinámica de la cultura y el ciclo sociocultural podría ser el análisis de cómo las redes sociales están transformando la difusión de la cultura y la política en la sociedad actual.
En este contexto, se puede observar cómo las plataformas de redes sociales se han convertido en los principales canales de difusión de la cultura contemporánea. La rapidez y la amplitud con la que se comparten ideas, memes, videos y otros contenidos culturales a través de estas plataformas han alterado significativamente la forma en que se crea, distribuye y consume la cultura.
La aplicación del ciclo sociocultural aquí podría implicar un análisis de cómo ciertos eventos o tendencias culturales surgen en las redes sociales, ganan popularidad a través de la interacción y el intercambio entre los usuarios, y eventualmente se convierten en parte del tejido cultural más amplio de la sociedad. Este proceso implica la interacción dinámica entre los usuarios de las redes sociales, los creadores de contenido, las plataformas tecnológicas y otros actores sociales.
Asimismo, en este contexto, se pueden identificar «culturemas» específicos, es decir, fragmentos de cultura o ideas que se difunden rápidamente a través de las redes sociales y que pueden influir en la forma en que las personas perciben y comprenden el mundo que las rodea.
La sociodinámica de la cultura también permite examinar cómo las dinámicas de poder, los intereses comerciales y las agendas políticas pueden influir en la difusión y recepción de ciertos mensajes culturales a través de las redes sociales. Por ejemplo, las campañas de desinformación, la polarización política y la manipulación de la opinión pública son fenómenos que pueden ser analizados desde esta perspectiva.
Ejemplo 2
Steve Jobs, cofundador de Apple Inc. Su creatividad se manifestó a través de la invención de productos innovadores que transformaron la industria de la tecnología y la forma en que las personas interactúan con ella. Jobs reinterpretó y combinó elementos culturales ya existentes en el ámbito de la informática y el diseño para crear dispositivos revolucionarios como el iPhone, el iPad y la MacBook.
Aunque Jobs era un individuo destacado, su creatividad no surgió en un vacío. Estaba inmerso en un entorno de cultura de masas, influenciado por las tendencias tecnológicas, el diseño contemporáneo y las demandas del mercado. Sin embargo, su capacidad para pensar de manera innovadora y desafiar los límites establecidos lo llevó a crear productos que no solo satisfacían las necesidades del público, sino que también las anticipaban.
Jobs no lanzó sus ideas directamente al público en general. En primer lugar, las presentaba ante un grupo selecto de expertos y colaboradores dentro de la empresa, que actuaban como el micro-medio, proporcionando retroalimentación y refinamiento inicial. Luego, con la ayuda de los medios masivos, como conferencias de prensa, anuncios publicitarios y presentaciones de productos, Jobs difundía sus mensajes de manera efectiva para llegar a un público más amplio, el macro-medio.
El legado de Jobs no solo radica en los productos que creó, sino también en su habilidad para captar la atención y la imaginación del público, convirtiéndose en un icono de la innovación y la creatividad en la era moderna. Su influencia continúa resonando en la industria tecnológica y más allá, demostrando el poder y la importancia del papel del creador en la sociedad contemporánea.